33 Años después: Salvador, memoria y mucho más...

“…Es proyectándonos en el futuro, donde sentimos el peso del presente, y donde radica nuestra razón de ser…” Salvador Puig Antich. (La Modelo, diciembre de 1973, fragmento de una carta dirigida a su hermana).


El 2 de Marzo de 1974, era asesinado por el Franquismo, el joven libertario Salvador Puig Antich, activista del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación). Fue el consejo de Ministros quien confirmó dicha sentencia, a través de Pío Cabanillas, por aquel entonces Ministro de Información que comunicó a la prensa “Puig Antich será ejecutado mañana al amanecer…”.
Así fue, a las 9:40 de la mañana del 2 de Marzo, Salvador, un joven de apenas 26 años era conducido a un trágico y doloroso final, en el patio de la cárcel Modelo de Barcelona era asesinado bajo el procedimiento del Garrote Vil, casi al mismo tiempo era también agarrotado en Tarragona el apátrida de origen Polaco Heinz Chef, que llegó a España tras abandonar su país al ser perseguido por la policía política.

A pesar de las movilizaciones en distintas ciudades y las protestas internacionales, no pudieron evitar éstos y otros crímenes legales del franquismo, al parecer a la justicia franquista no le era suficiente el haber condenado a una generación anterior al exilio, los campos de concentración, la cárcel, el hambre, la miseria y finalmente la muerte. No, el régimen totalitario fascista seguiría condenando sin ninguna piedad a las siguientes generaciones, y el asesinato de Salvador Puig Antich es prueba de ello. Y todo esto con el beneplácito de otros países democráticos, que ejercían su política de no intervención, para no hacer peligrar sus interese económicos y políticos durante la dictadura franquista.
Otro hecho a destacar y que guarda una similitud con el asesinato de Salvador, sería el de el caso de Granado y delgado, casi diez años antes de la muerte de Puig Antich, eran detenidos Francisco Granado y Joaquín Delgado, ambos anarquistas y miembros de la FIJL ( Federación Ibérica de Juventudes Libertarias), éstos serían ejecutados en la cárcel de Carabanchel de Madrid en la madrugada del 17 de agosto de 1963 con el siniestro garrote vil, a pesar de que no eran culpables de los atentados de los que se les acusaba…
Aquí, no muy lejos de Valencia, en el cementerio de Paterna, como en muchos lugares más, se encuentran las fosas comunes donde reposan los restos de tantos y tantas personas luchadoras por la libertad y por la emancipación de la clase obrera, uno de ellos sería Joan Peiró, de profesión vidriero y destacado anarcosindicalista del sindicato CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Peiró sería fusilado en el campo de tiro de Paterna el 24 julio de 1942. A pesar de haber sido encarcelado y brutalmente torturado por las autoridades se negó a la colaboración con el sindicato franquista, propuesta que le ofrecieron a cambio de salvar su vida. Joan Peiró moriría fusilado junto con seis compañeros de su mismo sindicato, aún le quedó fuerza, valentía y dignidad para gritar a los verdugos del pelotón de fusilamiento: “¡Disparad, aquí tenéis uno de la CNT!”.

Hoy, trascurridos algunos años, los familiares, amigos y compañeros de éstos, y de otros no tan conocidos, siguen reclamando justicia y la revisión de sentencias para que salga a la luz la verdad y se les dignifique, y es que el pasado aunque silenciado y manipulado, resurge, porque es necesario recordar esa parte de la historia amordazada, porque son los vencedores los que han escrito la historia y la continúan escribiendo.
Para que no siga todo “atado y bien atado”: Justicia, memoria y dignidad.

Secretaría de Comunicación Transportes CGT-Valencia